domingo, 19 de abril de 2009

El país de los domingos



Hay un país donde siempre es domingo, donde permanentemente cae una llovizna fría y el cielo se cierra, plomizo, sobre las casas. Un lugar donde habitan los pesimistas de siempre y toda la gente triste de las novelas. Tipos como Plhilip Marlowe en su peor noche de borrachera o mujeres insatisfechas como Emma Bovary. Es un país donde siempre la noche se aproxima aún más amenazante que el día y donde no hay impermeable que abrigue de tanta inclemencia. En ese país, en el que siempre es domingo y llueve, la gente pierde las esperanzas, los memoriosos se olvidan de la historia, los desesperados de amor sienten que se ahogan de pena. El domingo es ese territorio donde todo se esfuma irremediablemente y parece que no hay consuelo.

viernes, 3 de abril de 2009

Muñeca rusa de Alicia Dujovne Ortiz

Alicia Dujovne Ortiz nos tiene acostumbrados a una prosa ágil y llena de humor. Lo de ella es, evidentemente, la novela biográfica. Basta recordar algunas obras de esta autora: “María Elena Walsh”, “Maradona soy yo”, “Eva Perón: la biografía”, “Anita cubierta de arena”, entre otras. “Muñeca rusa” (Alfaguara, 2009) es la historia de África Las Heras, alias Patria, una española que fue espía de la Unión Soviética en tiempos de la guerra fría. Una mujer que seduce en París al escritor uruguayo Felisberto Hernández, se casa con él y monta una red de espionaje que se extiende por toda América latina. Si bien la vida de África es fascinante de por sí, lo interesante de la novela es su construcción, su trabajo intertextual con la obra de Felisberto, el andamiaje que la autora va edificando en torno a un personaje que vive en un mundo dual en el que es una mujer dulce y servicial y a la vez un despiadado soldado de la revolución.
África es una muñeca rusa, una mamushka que esconde otras en su interior y por encima de ella, un personaje ficticio, Oleg, su jefe que, desde las sombras, va escribiendo la vida que la espía debe vivir. Oleg es un demiurgo, un titiritero que maneja los hilos de una mujer que hasta el último momento, creerá en su misión revolucionaria y no se permitirá dudar aun cuando quienes la rodean van cayendo en las purgas stalinistas o en el descreimiento que anticipará la Perestroika.
Como un segundo autor de la historia, Oleg representa la contradictoria sensación del escritor que crea a un personaje y lo va acompañando a medida que vive, involucrándose él también en la historia que cuenta. Oleg, como cualquier narrador, no vuelve a ser el mismo después del acto creativo, un narrador que se da el lujo de escribir “sobre la carne de sus personajes”.
El escritor singular que fue Felisberto Hernández -elogiado por Cortázar- autor de cuentos surrealistas en los que los objetos y los seres se fragmentan en múltiples pedazos conformando un universo único en la narrativa rioplatense, aparece en la novela de Dujovne genialmente retratado a partir de los misterios de su vida y de su obra. Alguien que escribió: «Yo estaba destinado a encontrarme sólo con una parte de las personas, y además por poco tiempo y como si yo fuera un viajero distraído que tampoco supiera dónde iba». Y así aparece encontrándose sólo con una parte de África, mirando sin ver la otra muñeca que anida en ella.
Una novela fascinante más allá de la historia increíble de una coronela que simula ser modista y ama de casa, fascinante por su lenguaje que juega con la ironía y con el absurdo, que teje un mundo de apariencias y realidades y que mantiene al lector expectante hasta la última página.


miércoles, 1 de abril de 2009

Manuel Puig: un escritor y sus voces

Manuel Puig fue uno de los escritores argentinos más importantes del siglo XX. Un escritor que pobló sus novelas de voces que hablan de cosas sin importancia, pero en las que sus personajes cargan sus deseos y frustraciones, sus fantasías que traen evocaciones de películas, radioteatros y revistas con estrellas de cine. Los personajes se muestran al desnudo con sus propias voces y revelan su condición de gente común de clase media, pueblerina. Manuel Puig profesaba una admiración profunda por el cine, y como en él, trata de eliminar al narrador, que la historia se cuente sola, a través de los personajes. Hay quienes ven en la escritura de Puig un cierto parentesco con los guiones cinematográficos. Sin embargo, hay una diferencia evidente, en los guiones siempre se cuenta una acción, en cambio en las novelas de Puig impera la muestra de lo detenido: una carta, un diario íntimo, una foto.

Manuel Puig murió lejos de la Argentina, en Cuernavaca, México, a los 58 años como consecuencia de una operación de vesícula. Hoy es considerado uno de los escritores más importantes de la segunda mitad del siglo XX y todavía su literatura es absolutamente innovadora y original.
Aunque sus obras se convirtieron en best- sellers y se llevaron al cine, al teatro o se convirtieron en óperas, sus comienzos no fueron nada fáciles.
Hay que considerar que nació en un pueblo del noroeste de la provincia de Buenos Aires, General Villegas en 1932.
Desde muy chico sintió fascinación por el cine, al que iba todas las tardes con su madre a ver las películas de Hollywood que lo hacían vivir en un mundo de sueños. Dijo alguna vez: «Crecí en la pampa en un mal sueño o más bien un mal western». Pero en realidad nació en un cine o mejor, en una casa de sueños.
La atmósfera represiva, machista de su pueblo y el cine fueron dos ingredientes de la realidad que le sirvieron a Puig para crear su original mundo narrativo.
El pueblo que inventa en sus dos primeras novelas, La traición de Rita Hayworth y Boquitas pintadas es Coronel Vallejos una reproducción casi fotográfica del pueblo en el que el escritor había vivido de niño: General Villegas. "Lo que daba prestigio en Villegas era humillar a las mujeres, reivindicar la fuerza del macho. Por eso de chico anhelaba ir al cine, donde la bondad, el sacrificio y la humildad eran premiados", declaró Puig cuando ya era un autor consagrado.
Puig es uno de los escritores argentinos más importantes de su generación y su influencia en la nueva narrativa latinoamericana crece día a día. Leopoldo Torre Nilson llevó al cine Boquitas pintadas su novela mas famosa en 1974 (Alfredo Alcón y Luisina Brando fueron los protagonistas). Babenco llevó al cine El Beso de la mujer araña en 1985 y el mismo Puig hizo la adaptación cinematográfica de su novela Pubis Angelical, film que dirigió Raúl de la Torre en 1982.

Puig estudió cine en Roma durante los años sesenta y se cruzó con la literatura cuando se sintió un director fracasado. Reivindicó desde un discurso erudito la cultura popular. Se tuvo que exilar a principios de los años setenta.
Manuel Puig renovó la novela y su narrativa aún luce joven y vigente. Sus textos, que fueron traducidos a muchos idiomas, hoy son leídos y estudiados en las carreras de humanidades de muchas Universidades de América Latina.

Novelas de Manuel Puig: La traición de Rita Hayworth (1968)-Boquitas pintadas (1969) ,The Buenos Aires Affair (1973),El beso de la mujer araña (1976)-Pubis angelical -1979)-Maldición eterna a quien lea estas páginas (1980), Sangre de amor correspondido (1982), Cae la noche tropical (1988)