Lewis Carroll (1832-1898), el autor de Alicia en el Pa¡s de las maravillas y Al otro lado del espejo, era un profesor de matemática de la Universidad de Oxford. Escribió además otras obras, la mayoría de ellas sobre matemática. También fue el primero de los grandes fotógrafos y sus fotos de niños, en particular de la pequeña Alice Liddell, que fue la protagonista y la primera lectora de sus dos grandes libros, tienen un encanto y una maestría técnica que fue admirada por los fanáticos de la fotografía.
Nunca se casó, era profundamente religioso y prefería vivir apartado del mundo exterior. Pero las aventuras de Alicia bastaron para darle fama.
Su verdadero nombre era Charles Lutwige Dodgson.
Charles Dodgson fue designado profesor de matemáticas en la Iglesia de Cristo donde permaneció hasta 1881. Un amigo suyo, el doctor Liddell tenía tres hijas pequeñas a las que Dodgson solía entretener y contar cuentos. Una de ellas era Alicia. Una tarde, le piden al Reverendo que les cuente un cuento disparatado. As lo hizo y a Alicia le gustó tanto que le pidió que lo escribiese.
En recuerdo de aquella tarde Dodgson escribe Alice's Adventures under Ground, título que tiene el primer manuscrito que es de 1864, luego de ser conocida como Alicia en el País de las maravillas y que se publicará en 1865.
Puede considerarse como antecedente de la literatura de Caroll el procedimiento del nosense que era ya clásico en las nursey- rhimes. En español el nosense tiene su equivalente en el despropósito o en el disparate. En Inglaterra había sido cultivado por Edward Lear en su Libro de los disparates y m s disparates (1862), Canciones y cuentos absurdos (1871), Líricas risibles (1877) entre otras.
Es más, cuando Alicia Liddell le pide a Carroll que cuente un cuento disparatado, es porque los niños ingleses de la época estaban familiarizados con la literatura nosensical, disparatada o absurda.
El libro fascinó a la reina Victoria y las estadísticas señalan a Alicia como uno de los libros más traducidos y ha sido llevada al cine en varias adaptaciones. La Alicia del cuento vendió el manuscrito que le regalara Dodgson en 15.000 dólares.
Entre los extraños animales personajes de la famosa obra de Lewis Carroll, aparece el Gato de Cheshire, un gato que habla y sonríe permanentemente. También tiene la capacidad de aparecer y desaparecer. Cuando deja a Alicia indicándole dónde queda la casa de la Liebre de Marzo desaparece empezando por la cola y terminando por la sonrisa, hecho que hace expresar a Alicia: "¡Qué bárbaro! Muchas veces vi gatos sin sonrisa, pero una sonrisa sin gato! En mi vida había visto algo más raro que eso!"
Los diálogos que sostiene el gato de Cheshire con Alicia son absurdos, el gato hace juegos de palabras en los que predominan los adverbios que le confieren al diálogo un contenido indeterminado. Alicia le pregunta a dónde tiene que ir, y él le contesta con palabras como "alguna parte", "hacia allá " "llegaste hasta acá”. En realidad el gato está convencido de que allí están todos locos, incluso él. Según los críticos las respuestas del Gato son un tratado de lógica en su simplicidad.
Según estudios eruditos, la expresión "sonríe‚ como un gato de Cheshire" era corriente en la época del autor. Los quesos de esa región inglesa solían tener la forma de un gato con una sonrisa pintada encima, de donde Carroll, que había pasado la infancia en ese lugar, tomó ese nombre para su personaje.
Nunca se casó, era profundamente religioso y prefería vivir apartado del mundo exterior. Pero las aventuras de Alicia bastaron para darle fama.
Su verdadero nombre era Charles Lutwige Dodgson.
Charles Dodgson fue designado profesor de matemáticas en la Iglesia de Cristo donde permaneció hasta 1881. Un amigo suyo, el doctor Liddell tenía tres hijas pequeñas a las que Dodgson solía entretener y contar cuentos. Una de ellas era Alicia. Una tarde, le piden al Reverendo que les cuente un cuento disparatado. As lo hizo y a Alicia le gustó tanto que le pidió que lo escribiese.
En recuerdo de aquella tarde Dodgson escribe Alice's Adventures under Ground, título que tiene el primer manuscrito que es de 1864, luego de ser conocida como Alicia en el País de las maravillas y que se publicará en 1865.
Puede considerarse como antecedente de la literatura de Caroll el procedimiento del nosense que era ya clásico en las nursey- rhimes. En español el nosense tiene su equivalente en el despropósito o en el disparate. En Inglaterra había sido cultivado por Edward Lear en su Libro de los disparates y m s disparates (1862), Canciones y cuentos absurdos (1871), Líricas risibles (1877) entre otras.
Es más, cuando Alicia Liddell le pide a Carroll que cuente un cuento disparatado, es porque los niños ingleses de la época estaban familiarizados con la literatura nosensical, disparatada o absurda.
El libro fascinó a la reina Victoria y las estadísticas señalan a Alicia como uno de los libros más traducidos y ha sido llevada al cine en varias adaptaciones. La Alicia del cuento vendió el manuscrito que le regalara Dodgson en 15.000 dólares.
Entre los extraños animales personajes de la famosa obra de Lewis Carroll, aparece el Gato de Cheshire, un gato que habla y sonríe permanentemente. También tiene la capacidad de aparecer y desaparecer. Cuando deja a Alicia indicándole dónde queda la casa de la Liebre de Marzo desaparece empezando por la cola y terminando por la sonrisa, hecho que hace expresar a Alicia: "¡Qué bárbaro! Muchas veces vi gatos sin sonrisa, pero una sonrisa sin gato! En mi vida había visto algo más raro que eso!"
Los diálogos que sostiene el gato de Cheshire con Alicia son absurdos, el gato hace juegos de palabras en los que predominan los adverbios que le confieren al diálogo un contenido indeterminado. Alicia le pregunta a dónde tiene que ir, y él le contesta con palabras como "alguna parte", "hacia allá " "llegaste hasta acá”. En realidad el gato está convencido de que allí están todos locos, incluso él. Según los críticos las respuestas del Gato son un tratado de lógica en su simplicidad.
Según estudios eruditos, la expresión "sonríe‚ como un gato de Cheshire" era corriente en la época del autor. Los quesos de esa región inglesa solían tener la forma de un gato con una sonrisa pintada encima, de donde Carroll, que había pasado la infancia en ese lugar, tomó ese nombre para su personaje.
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