Hay un país donde siempre es domingo, donde permanentemente cae una llovizna fría y el cielo se cierra, plomizo, sobre las casas. Un lugar donde habitan los pesimistas de siempre y toda la gente triste de las novelas. Tipos como Plhilip Marlowe en su peor noche de borrachera o mujeres insatisfechas como Emma Bovary. Es un país donde siempre la noche se aproxima aún más amenazante que el día y donde no hay impermeable que abrigue de tanta inclemencia. En ese país, en el que siempre es domingo y llueve, la gente pierde las esperanzas, los memoriosos se olvidan de la historia, los desesperados de amor sienten que se ahogan de pena. El domingo es ese territorio donde todo se esfuma irremediablemente y parece que no hay consuelo.
2 comentarios:
exacto... los domingos se sienten asi.. de ahi mi afirmacion a decir que el tren de los domingos a las 6 de la tarde es el tren suicida.
besos cris, y no te dejes llevar por comentarios vacios de gente que tiene envidia.
Q lindo Cristina! Perfecto leerlo un domingo. El mayor índice de suicidio se producen los domingos.
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