lunes, 1 de diciembre de 2008

Zama y otras esperas literarias

Esperar. Quien espera tiene cierta fe en el futuro, pero en el tiempo que media entre el deseo de algo y su consecución la vida pasa. A veces la espera es un tiempo impreciso y extenuante que sólo tiene como fin la muerte. Relatos sobre la espera: Zama de Antonio Di Benedetto. Dice Diego de Zama sobre el final de esta novela magistral: “Me pregunté, no por qué vivía, sino por qué había vivido. Supuse que por la espera y quise saber si aún esperaba algo. Me pareció que sí. Siempre se espera algo más.”
La historia transcurre en el siglo XVIII y narra la vida frustrada del asesor letrado de un gobernador del virreinato del Río de La Plata que espera ser trasladado a un destino mejor, Buenos Aires o Santiago de Chile. Dividida en tres partes: 1790, 1794 y 1799, narra los padecimientos de Diego de Zama, un funcionario colonial que sufre un interminable exilio en Asunción del Paraguay. Recuerda a Marta, su mujer, que ha quedado en su anterior destino, pero también padece los apremios de la carne, el hambre, la paga que debe enviarle el rey y que no llega, las dilaciones amorosas de una mujer casada, las continuas degradaciones morales, la soledad y las bajezas que lo sumen en el fracaso. No es una novela histórica sino, como lo señala Juan José Saer, es un soliloquio lírico sobre la soledad, el desgaste existencial y el fracaso.
Por si no queda claro, la novela está dedicada “A las víctimas de la espera”
Enfermo de espera, Diego de Zama está emparentado con Giovanni Drogo, el protagonista de El desierto de los tártaros de Dino Buzzati. Como Zama, Drogo, destinado a la Fortaleza Bastiani, ubicada en el confín del reino, eternamente amenazada por la invasión de los tártaros, deseoso de gloria y de batallas, espera durante toda su vida la invasión que no llega. Siente, al final, que se la ha ido la vida en ese aguardar inútilmentel.
La misma espera que encontramos en Ante la ley de Kafka. Un campesino espera en la puerta de la Ley que el guardián lo deje pasar y así agota su vida hasta que, a punto de morir, descubre que esa puerta sólo estaba abierta para él. Para Kafka la espera es la condición esencial del ser humano.
Zama, novela publicada en 1956, habla de esa espera infinita que Antonio Di Benedetto escribió, según sus propias palabras “para representar la sensación de nada y de vacío”.

1 comentario:

Bárbara dijo...

Hola, muy buena tu entrada; Zama es uno de mis libros preferidos y terminé la semana pasada de leer "El desierto de los tártaros". Me gustó encontrar que hacías la misma relación que hice yo, incluso en el caso del cuento de Kafka, también me llevo hacia allí la lectura. Saludos.